Balance

Escribir últimamente se vuelve una carga, aunque a la vez hace bien.

Si tuviera que hacer un balance de mi año, si bien aún no ha finalizado, es la presencia de la incertidumbre. Igual creo que es un estado no sólo general, sino ya parte de mi cotidianeidad.

Sin embargo, creo que cómo nunca aprendí a construirme. Como persona, encontrar en mi nombre un sentido de identidad que nunca había sentido. Y en esa identidad, es decir como Giuliana, encontrar un esbozo de lo que quiero llegar a ser. Ya no es lo que quiero ser, porque puedo ser lo que quiera, pero el pensar en futuro (cercano o lejano) alimenta esa incertidumbre y a la vez, motiva. 

Situándome en el momento particular del por qué escribo esto, es decir en el objetivo no sólo de "cumplir" con una consigna, sino en el de tachar de mi lista de pendientes algo que me permite estar un poquito más cerca de ese futuro (cercano o lejano), creo que hasta ahora nunca me había visto "en el rol de" a pesar de que es parte de mí hace ya un tiempo. Y, siendo sincera, me encanta.

Pocas cosas me encantan. O me gustan. Pero después de tanto tiempo, dentro de tantas dificultades, me siento contenta que me encante porque lo merezco. Todxs merecemos muchas cosas, pero pocos sabrán o me conocerán tanto como para comprender el por qué afirmo esto. 

Por lo cual, y a pesar de la abstracción que mantengo (quién sabe por qué), puedo decir que dentro de todo hasta ahora el balance anual tira para el lado positivo. Ojalá cierre así...

Aún aprendo, de Francisco de Goya



Comentarios